sábado, 29 de diciembre de 2012

Terapia de Pareja

martes, 11 de diciembre de 2012

YA ESTÁ A LA VENTA EL LIBRO: " LA TIRANÍA DE LOS SENTIMIENTOS"






Este libro es la llave de acceso a la parte más oculta y profunda de tu personalidad: el inconsciente. Si tus sentimientos te traicionan, te hacen sufrir, enfermar y ser infeliz, aquí tienes las claves del entendimiento del origen y sentido de todos tus padecimientos, así como el modo de gestionar tus emociones.
En sus páginas tiene el fruto de veinte años de trabajo sobre mas de mil quinientos pacientes, cuyo sufrimiento era provocado por la tiranía de sus sentimientos.
Si toleras las verdades que hay en él escritas, habrás comenzado su psicoanálisis y posiblemente no serás la misma persona después de leer y meditar este libro. Pero si niegas sus palabras, seguirás siendo víctima de la tiranía de tus propios sentimientos. 


De venta en: www.editorialgrupocero.com

jueves, 8 de noviembre de 2012

LA TIRANIA DE LOS SENTIMIENTOS- Bases de la Gestión Emocional


NTRODUCCIÓN DEL LIBRO ¿ CÓMO GESTIONAR LAS EMOCIONES? ( inminente publicación )


Todos los pensamientos que aparecen en nuestra conciencia, tienen un sentido inconsciente por muy incongruentes y faltos de sentido que nos parezcan. A veces, llegamos a sentirlos como extraños y ajenos a nuestra manera de ser, pero tienen su propio significado. Nos sorprendemos de nosotros  pensando o deseando cosas ilógicas o desagradables hacia nuestra pareja, familia, hijos, amigos y  nos  sentimos mal y hasta culpables por la crudeza de los mismos
¿Cuando me peleo con mi pareja, un familiar, un hijo, un amigo o un compañero y me vienen pensamientos o deseos de matarlo, es que realmente quiero matarlo? ¿Si siento un deseo sexual hacia mi compañero de trabajo eso significa que ya no quiero a mi novio o marido? ¿Por qué mi pareja me maltrata y a pesar de ello le sigo queriendo?
Los sentimientos pueden llegar a ser tiránicos, esclavizándonos a una manera de sentir o pensar que nos provoca malestar y deterioro personal.
El ser humano es ambivalente, en él existe la posibilidad de crear y destruir, de amar y odiar, porque en nosostros  anida la capacidad de crear vida pero también  producir la muerte.
Son los científicos quienes inventan una máquina para detectar el cáncer pero también son los que inventan armas de destrucción masiva.
La misma persona a la que amaba cuando estaba enamorado, es la  que ahora odio. Creemos poder controlar nuestros sentimientos, pero son ellos quienes nos controlan a nosotros.

NO LO OLVIDES. Cuando el odio, el amor, los celos, la envidia, la soberbia, el narcisismo, la arrogancia, la pereza, la infidelidad etc… nos crean malestar porque son más fuertes que la razón, estamos siendo víctimas de la tiranía de nuestros sentimientos.

Treinta años de estudios, sobre más de cincuenta mil pacientes, nos permiten afirmar que los trastornos y desequilibrios emocionales que padecemos son el resultado de un conflicto psíquico moral, entre la razón y la parte inconsciente amoral de la personalidad.
Pensamientos, deseos, afectos, sentimientos, emociones que aparecen en la conciencia y no comprendemos su sentido, pueden ser causa de conflicto, desequilibrio, alteración y perturbación que acaban enfermando la conciencia.
Aparte de las necesidades económicas, tenemos necesidades afectivas, emocionales y sexuales satisfechas, pudiendo sufrir tanto por exceso como por defecto. Uno puede sentirse mal cuando ama pero también cuando le falta el amor. Cuando amamos a una persona, se puede sufrir por la aparición de los celos, pero no amar a nadie para no sentir celos, también puede ser doloroso.
En apariencia, sabemos lo que queremos a nivel emocional y sin embargo, no siempre lo logramos.  ¿Por qué se me repiten los  mismos problemas con el amor,  el trabajo, la familia o los amigos?
El psicoanálisis ha descubierto que lo que queremos conscientemente, a veces, no coincide con lo que deseamos inconscientemente.

DIFICIL DE ACEPTAR. Tanto lo  que tenemos  como lo que nos falta en la vida, es producto de  nuestros deseos inconscientes.
Pero ¿cómo voy a querer o a desear a una persona que me hace daño? ¿Por qué continuo en un trabajo dónde me explotan? ¿Por qué las personas que mas quiero son las que peor me tratan? ¿Por qué siempre me engañan o me traicionan las personas que quiero?

La respuesta está en uno mismo. Por increíble que parezca, todos tenemos necesidades  que son del orden del dolor, del masoquismo, del sadismo y de la perversión, las cuales, pueden llegar a convertirse en una forma de vivir.
Las relaciones tortuosas a medio y largo plazo y que nos producen dolor, pueden crearnos hábito y dependencia emocional hacia la persona que nos lo inflige. Es una drogodependencia emocional que aún haciéndonos daño, la necesitamos para vivir.

MUY IMPORTANTE. El dolor, el amor, el sadismo, el masoquismo, el odio, la venganza, los celos y los deseos sexuales perversos e insatisfechos pueden  convertirse en  una forma de vivir para muchas personas.
 CASO CLÍNICOAcude a consulta una pareja de 49  y 45 años de edad. Dicen querer separarse tras llevar más de 18 años de convivencia. Su vida matrimonial y de pareja ha sido un infierno. Se han peleado y separado varias veces pero una fuerza poderosa y extraña les lleva a unirse de nuevo. La última vez, él la agredió físicamente a ella, tuvieron un juicio rápido y a él se le prohibió la cercanía al hogar. Dos días después su mujer lo llamaba para que volviera a pesar de la orden policial existente. Tras un mes de luna de miel, vuelven a agredirse y esta vez, ella lo denuncia por violación. Vuelven a juzgarlo a él y esta vez lo encarcelan. Al mes y medio, ella retira toda denuncia y cargos contra él para que le suelten de la cárcel. El Juez, cansado de tanta neurosis, pide una valoración psicológica que pone al descubierto la existencia de una relación de pareja sadomasoquista. El hombre proyectaba sobre su mujer la relación amor odio que tuvo con su madre y la mujer proyectaba la relación amor odio que vivió con su padre. Tras dos años de tratamiento, han encontrado nuevas formas de goce que no tienen que ver ni con el sadismo ni con el masoquismo.

¿Quién no ha sentido odio y rencor por una persona querida y no poder separarse de ella?
¿Has sentido alguna vez culpa por desear a otras personas que se hallaban comprometidas?
¿Quién no sueña con lograr una mejor posición económica aunque para ello tenga que traicionar sus ideales o creencias?
¿Cuántas veces has sentido culpa por desear el mal a una persona?
¿Cuántas veces hubieras dado rienda suelta a todos tus deseos y pasiones sexuales si tu moral reprimida no te lo hubiera impedido?
Las personas tenemos deseos y necesidades afectivas, emocionales y sexuales que nos gustaría satisfacer pero las silenciamos por vergüenza, ya que nuestra moral, nuestra ideología personal o familiar nunca la aceptaría.
Los conflictos entre la moral y ciertos deseos inconscientes, son causa de la mayoría de los trastornos mentales. En la  depresión, el trastorno obsesivo, la ansiedad, los ataques de angustia, la impotencia,  la frigidez, la eyaculación precoz, la bulimia, la anorexia, etc,  encontramos un conflicto emocional o sexual inconsciente con la moral sin resolver.
El yo -la conciencia-, se halla entre  el mundo de la realidad y el mundo interior inconsciente. Estamos sometidos constantemente a tentaciones que ponen a prueba la fortaleza de nuestra moral y de nuestra ética. A veces sucumbimos a nuestras tentaciones y otras veces las reprimimos. Sin embargo, todo lo reprimido permanece latente en el inconsciente pudiendo retornar de manera inesperada en la conciencia y provocar conflicto y malestar.
De ahí que muchas de las actuaciones o formas de comportamiento del ser humano, son conductas de evitación para no tener el conflicto que producen la aparición de sentimientos, deseos y afectos contrarios a nuestra educación y a nuestra moral y ética.





CASO CLÍNICO. Mujer muy guapa de cara, de 28 años pero bastante obesa. Sufre de ataques de angustia y ansiedad que la hacen desmayarse en público y acudir a urgencias. No puede dejar de comer. Ha intentado varias veces ponerse a régimen y cada vez que logra llegar a su peso ideal, le aparece un estado de nerviosismo que la lleva de nuevo a engordar. El caso fue diagnosticado de histeria. Esta mujer, cada vez que adelgazaba provocaba auténticas pasiones entre los hombres de su trabajo y ella se daba cuenta pero no quería verlo porque se le despertaban  ciertos deseos sexuales intolerables para su conciencia que le hacían rechazar de manera inconsciente su estado actual de belleza. La única manera de no llamar la atención de los hombres era engordando y deformándose, pero aún así, no podía evitar la aparición de deseos sexuales que le producían un verdadero conflicto moral en su conciencia, cuya represión se manifestaba en ataques de angustia y ansiedad.

CASO CLÍNICOJoven de 18 años, hijo único con dependencia emocional  a una madre rígida y desapego a un padre insignificante. Presenta fracaso escolar y desde hace unos meses, miedos, angustia, ansiedad que al psicoanalista le hace pensar en un terror virginal a las mujeres aún deseándolas. El psicoanálisis descubre la existencia de un Complejo de Edipo (enamoramiento hacia la madre). Cada vez que aparecían los ataques de angustia, al padre le echaban de su cama y el hijo ocupaba su puesto junto a la madre. El joven reconoció que la cercanía del cuerpo de la madre le despertaba “cierto picor genital “. La madre padecía de una neurosis donde negaba inconscientemente que su hijo había crecido y seguía dándole un trato infantil. Para no herir sus sentimientos, de manera sutil y cuidadosa se le aconsejó que no se volvieran a meter en la cama al hijo a pesar de que este se angustiara. Actualmente el joven está más tranquilo y va aprobando alguna asignatura.


CASO CLÍNICO. Santi y Pepa, ambos casados con sus respectivas parejas, se conocieron hace un año en la misma empresa. En el breve espacio de un mes, se desarrolló una intensa amistad que llamó poderosamente la atención a sus compañeros de departamento. De la noche a la mañana comenzaron a llevarse mal y a discutir hasta el punto que fueron separados por el mal rollo que producían. La Jefa de Recursos Humanos, psicóloga y con formación psicoanalítica pudo darse cuenta (por una experiencia personal similar)  que entre Santi y  Pepa  se habían  despertado de unos sentimientos y una pasión desaforada que ninguno de los dos toleró y al ver la posibilidad de una cercana satisfacción, para no caer en la tentación de una infidelidad conyugal,  tuvieron que poner freno a sus sentimientos a través de la pelea y la discusión. Pero la Jefa de Recursos Humanos sabe que aunque se lleven mal y estén separados por varios biombos, se siguen deseando.


INCREIBLE, PERO CIERTO. Si te llevas demasiado bien con una persona y la relación se tuerce repentinamente hasta acabar en discusión o pelea puede ser debido a la aparición entre vosotros de deseos amorosos o sexuales intolerables para la moral y la conciencia.


A TENER EN CUENTA. Muchos casos de mobbing,  lo que esconden es una pasión amorosa o sexual que se desarrolla inconscientemente  entre las personas y a su vez se reprime de la conciencia por ser contraria a la moral de la persona.


CASO CLÍNICOImportante Empresa Nacional. Empleada deprimida y de baja desde hace varios meses. Acusa de mobbing a su Jefe, hombre austero, seco, distante y de pocas palabras. Él reconoce que ella le pone nervioso y ella reconoce que él la pone nerviosa. Ambos son dos nerviosos. Cada vez que se juntan para trabajar, saltan chispas. Tras dos meses de couching emocional con él, se descubre la existencia de un deseo sexual inconsciente de carácter sádico que le despierta su empleada cuando ésta muestra su carácter infantil y rebelde. La empleada refiere haber sufrido el carácter violento y machista de su padre muerto hace dos años. A pesar del trato recibido, le quería y  su muerte le ocasionó una profunda melancolía no superada actualmente.  Mediante un complejo mecanismo de identificación, desplazamiento y proyección, la empleada puso a su Jefe en el lugar del padre muerto, de manera que volvieron a activarse en ella la ambivalencia de sus sentimientos hacia su padre: amor y odio.
El carácter de su Jefe se le hacía intolerable ya que lo amaba por recordarle al padre muerto pero a su vez lo odiaba porque despertaba en ella un sentimiento de amor prohibido. El caso del “supuesto mobbing “se resolvió cuando ella pronunció la frase: “no te vayas a creer que estoy enamorada de mi Jefe (o sea, de mi padre)“

viernes, 2 de marzo de 2012

¿PROBLEMAS DE COMUNICACION? SOBERBIA O NARCISISMO INFANTIL

El lenguaje tiene el encanto de poder decir lo que uno no tiene que hacer. Las combinaciones son infinitas, de manera, que siempre hay una manera mejor de decir las cosas o de llegar con mas eficacia. El mensaje lo ejecuta un emisor hacia un receptor. Y dependiendo para quien sea, así lo transmitimos. Las dificultades de comunicación dentro de los grupos de trabajo a cualquier nivel, no dejan de ser obstáculos narcisistas infantiles. ¿ cuál puede ser la causa por la que dos adultos no puedan hablar? Ninguna, pero si la posición del que habla o del que recibe es inmadura o infantil, la distorsión del mensaje y su recepción está tocada por la subjetividad de la relación. Entre las personas existe lo que se llama la proyección o espejo, de manera que el otro no deja de ser mas que mi propia imagen proyectada, es decir, que cuando algo del otro no tolero, es porque algo de mí refleja pero proyectado y desplazado. Todos somos imagen para otros como los otros son imágenes nuestras y encontramos la imagen justo en el espejo donde nos miramos. Si el otro me trata mal, debo pensar que algo de mí se hace maltratar. Si no puedo escuchar, debo pararme a pensar quien me habla. Quiero decir que la complejidad de las relaciones laborales, está tocada por la subjetividad de las personas y sus fantasmas afectivos, refiriéndonos a los recuerdos presentes, pasados y futuros existente en cada uno de nosotros y latentes en lo inconsciente de cada cual. Para entender el funcionamiento de la psiquis, primero tengo que saber de mi propio psiquismo y nadie se conoce a sí mismo porque todos nos defendemos de algo de nosotros mismos frente a lo que mi propio narcisismo me defenderme. La soberbia es el narcisismo infantil pero en el adulto. La conducta narcisista es un grado de inmadurez, propio de los niños. Tal es así que las discusiones, las peleas, los malos entendidos no dejan de ser un narcisismo infantil puesto en un lugar que no se corresponde. También es cierto que el ser humano, prefiere ser ignorante, a reconocer su ignorancia. 

martes, 5 de julio de 2011

SOBRE LA VERDAD DE UN CASO DE ACOSO LABORAL

Recién tuve la ocasión de supervisar un departamento empresarial, donde un Director  mantenían relaciones que si bien no eran del todo malas con sus empleados, se acusaba un malestar acuciado en referencia al mismo  porque una empleada había entrado en depresión por un supuesto acoso laboral de él. Tuve ocasión de profundizar en el caso y durante meses observé que la relación entre director y empleada se mantenía en unos márgenes muy estrictos en lo referente al trato laboral que me hizo sospechar de la existencia de un mecanismo de defensa existente entre ambos, de manera que su relación estaba establecida dentro de un límites donde el humor, la risa, la broma, la cercanía no tenía cabida. Después de mi experiencia, era fácil pensar que cuando dos personas hacen todo lo posible por evitar una relación cordial, grata, sincera y cercana, es que de algo se están defendiendo. De manera muy sutil y después de varios meses de trabajo, pude descubrir que tanto en la empleada como en el director  se había despertado un sentimiento inconsciente, que bien podíamos denominar amor tímido en ella y deseo en él, pero que ninguno de los dos aceptaba. La lucha moral de ella, mujer de fuertes convicciones católicas y él, hombre rígido y de educación severa militar, había producido una perturbación en la vida anímica laboral de ambos. Los dos sabían de la existencia del deseo y del amor del uno por el otro pero su moral les impedía mostrar el menos atisbo de dichos sentimientos, por lo que para protegerse de ello, ambos había levantado una rígida barrera defensiva emocional, disfrazando de acoso y malestar laboral lo que inconscientemente era una pasión reprimida difícil de contener y que había producido en ella una profunda depresión por la sapiencia de no poder nunca satisfacer su amor reprimido. El trabajo del psicoanálisis consistió en ir relajando la moral de ambos hasta que pudieron producir a modo de broma y chiste la frase donde ambos daban cuenta de su amor y su deseo. Actualmente, viven su relación laboral de manera satisfactoria.

domingo, 19 de junio de 2011

APORTACIONES A LA GESTION EMOCIONAL GRUPAL

La intolerancia al otro tiene su fundamento en la relación de espejo que nos produce el mirarnos y vernos reconocidos de manera inconsciente en el otro. Llega un punto donde el sujeto ve en el otro características que le recuerdan a algún fantasma emocional bien de la figura del padre, de la madre o de los defectos no aceptados de uno mismo.
Para coordinar, dirigir y crear sinergias entre los grupos, se deben estudiar los complejos emocionales que se oponen a la formación de una sólida estructura grupal. Para ello, debe buscarse dentro de los aspectos de intolerancia entre compañeros, los fantasmas emocionales que hacen que las personas sean reflejo de lo que no nos gusta de nosotros mismos. Siempre hay algo en el otro que me recuerda a mí pero que no acepto y rechazo y es la fuente de conflictos. Para ser un buen coordinador o liderar un equipo, hay que tener desarrollada la capacidad de escuchar porque entre dos personas que no se toleran o se reprochan la forma de ser, podemos encontrar el fantasma emocional que produce dicha situación de intolerancia. Normalmente la intolerancia suele estar sostenida por un afecto: celos, envidia, narcisismo, tristeza, odio, amor. Otras veces la causa suele ser la existencia de un deseo inconsciente no admitido: sadismo, masoquismo, homosexualidad. De manera que tanto lo que separa a las personas dentro de los grupos como lo que las une, está ligado a la existencia de un afecto o un deseo inconsciente. Las rivalidades entre compañeros suelen ser desplazamientos del fantasma de la relación del niño rivalizando con el padre. Un odio encarnizado entre dos hombres, cuando no hay causa real que lo produjere, es un desplazamiento de un deseo homosexual latente que no se admite en la conciencia. El odio evita en todo caso, el acercamiento, el amor homosexual. Miren detenidamente a los hombres de sus equipos y compruébenlo.

lunes, 29 de noviembre de 2010

FORMACION PSICOANALITICA APLICADA A LO EMPRESARIAL

La formación empresarial orientada a los grupos, si no produce transformación en los modos de pensar y en las manifestaciones de la personalidad, no puede calificarse de formación. Para que lo aprendido quede incorporado como concepto, debe quedar articulado en una cadena de producción grupal. Pensar a las personas de modo individual no sirve si no se las incluye en relación a la grupalidad, porque las manifestaciones individuales son manifestación de influencias grupales. Las personas reaccionan en base a la interacción con otras, de hay que se produzcan rechazos o atracciones porque lo grupal es del orden siempre de lo sexual. Y si no se analizan las relaciones intersubjetivas en los grupos de trabajo, dificilmente se puede entender sus múltiples y variadas manifestaciones emocionales y afectivas. Es decir, se debe estudiar la sexualidad dentro de los grupos y los desórdenes que la misma produce en los mismos. Y hablar de sexualidad equivale a hablar de la moralidad de los grupos o de los individuos. Lo moral forma parte de la estructura de la personalidad y no se puede obviar, ya que muchas de las conductas que observamos en las personas, son conflictos con su propia moralidad en relación a la moralidad de los otros. La cultura empresarial no es tanto la cultura de la empresa. Si no analizamos la moral imperante en los grupos de trabajo y sus fricciones con la moral cultural empresarial, dificilmente podremos entender las desadaptaciones de las personas dentro de los ámbitos de trabajo. Estas y otras cuestiones deben ser trabajadas desde la figura del psicoanálisis, el cual desarrolla un método de trabajo en base a un diagnóstico de estas y otras variantes de la sexualidad dentro de los grupos de trabajo. Variantes que pueden ser de los mismos órdenes y desórdenes que la sexualidad de los propios sujetos: normal, perversa o neurótica.