Las empresas, están formadas por personas. Y si las personas pueden volverse neuróticas, una empresa también lo puede. Por neurosis, podemos entender todo aquello que supone un conflicto a los intereses personales o individuales. Es bien cierto que lo que una persona considera que es bueno para ella, no significa que lo sea para otra. Y al contrario, lo que se vive muchas veces como algo malo, puede ser la panacea para otros. En las empresas, muchas veces, aparecen conflictos de intereses, de manera que deja de mirarse en una dirección común para mirar individualmente. Y dentro del campo de la neurosis empresarial podríamos englobar todas aquellas actitudes y comportamientos humanos que dificultan la marcha normal y buena de cualquier organismo empresarial: empezando por la cúpula hasta acabar con el último empleado. Porque toda estructura empresarial son estructuras formadas entre personas. Si las estructuras fallan es porque entre las personas, hay distanciamientos, dudas, gustos distintos, intereses personales, egoísmos, es decir, fisuras que hacen perder la efectividad del día a día porque lo que tenía que ser una mirada en la misma dirección acaba siendo dispersión de miradas. Pienso, bajo mi opinión de experto en gestión de grupos, que hay una tendencia podríamos decir, masoquista en el hombre, que tiende a entorpecer su propio crecimiento y el de los demás, de manera que lo que podría ser relativamente fácil, se convierte en un camino de espigas. El hombre, es cierto, que no puede vivir sin dolor, porque no hay quien resista un estado perfecto de felicidad, a parte de que no lo hay, pero de haberlo, la tendencia de las personas, es a incluir en sus vida, una cierta dosis de malestar, dolor, inconformidad, que la hace vivir en desacuerdo con el mundo y con las leyes, por así decirlo empresariales. Es complejo el tema pero no imposible de abarcar.
domingo, 18 de octubre de 2009
domingo, 11 de octubre de 2009
CRISIS PERSONAL Y DE EMPRESA
¿ Tienes a tu madre o a tu hijo con una grave depresión y crees que no ha solución? ¿ Estás pasando por un momento de ansiedad o sufres con frecuencia crisis de angustia? ¿ Tienes un hijo cada día mas rebelde y se está desviando hacia una personalidad conflictiva o delictiva?¿ Estas pasando por un momento de crisis en tu matrimonio o pareja y no sabes cómo hallar una manera de salvar la relación?¿ Estás cumpliendo años y no sabes cómo continuar tu vida porque te faltan ilusiones?¿ Eres cada día más obsesivo con las cosas o los pensamientos pero no entiendes por qué?
Absolutamente todas estas preguntas y muchas más tienen una respuesta positiva desde el psicoanálisis. Todas nuestras actitudes, pensamientos y sentimientos, tienen un origen inconsciente dentro de la personalidad. Esto quiere decir que las personas son conscientes de lo que les pasa pero no entienden el por qué les pasa. Y si hay una pregunta, siempre hay una respuesta. Vivimos en un mundo donde no existe cultura de salud mental, es decir, no se le da importancia a la mente, al alma, como se le da el cuerpo; cuando la mente, interviene sobre todos los procesos corporales. Esta falta de importancia es la que hace que se descuide la salud mental, porque si las personas se hicieran un chequeo mental una o dos veces al año, sabrían si están desarrollando algún tipo de patología mental o van a desarrollarla en un futuro. Es decir, se puede prever el 100% de los problemas mentales si se tiene una actitud preventiva de salud mental. El psicoanálisis es una técnica que ha evolucionado mucho en los últimos 30 años. Esto hace que el tiempo de duración de los tratamientos se haya acortado de manera sorprendente. Por ejemplo, una crisis de pareja, puede resolver en cinco entrevistas. Una depresión profunda de varios años de duración mejora ostensiblemente en menos de ocho entrevistas. Un trastorno obsesivo compulsivo mejora muchísimo en menos de diez sesiones, etc… Por lo tanto, hay que dejar atrás viejas concepciones sobre el psicoanálisis tales como que es muy largo o muy caro. Actualmente, a parte de ser el medio terapéutico más eficaz que existe, es el menos corto y a la larga mas asequible, porque lo que la psicología tarda en curar en dos años - por ejemplo, una neurosis obsesiva- el psicoanálisis lo cura en menos de seis meses. Y si no lo creen, pruébenlo. Se sorprenderán.
Absolutamente todas estas preguntas y muchas más tienen una respuesta positiva desde el psicoanálisis. Todas nuestras actitudes, pensamientos y sentimientos, tienen un origen inconsciente dentro de la personalidad. Esto quiere decir que las personas son conscientes de lo que les pasa pero no entienden el por qué les pasa. Y si hay una pregunta, siempre hay una respuesta. Vivimos en un mundo donde no existe cultura de salud mental, es decir, no se le da importancia a la mente, al alma, como se le da el cuerpo; cuando la mente, interviene sobre todos los procesos corporales. Esta falta de importancia es la que hace que se descuide la salud mental, porque si las personas se hicieran un chequeo mental una o dos veces al año, sabrían si están desarrollando algún tipo de patología mental o van a desarrollarla en un futuro. Es decir, se puede prever el 100% de los problemas mentales si se tiene una actitud preventiva de salud mental. El psicoanálisis es una técnica que ha evolucionado mucho en los últimos 30 años. Esto hace que el tiempo de duración de los tratamientos se haya acortado de manera sorprendente. Por ejemplo, una crisis de pareja, puede resolver en cinco entrevistas. Una depresión profunda de varios años de duración mejora ostensiblemente en menos de ocho entrevistas. Un trastorno obsesivo compulsivo mejora muchísimo en menos de diez sesiones, etc… Por lo tanto, hay que dejar atrás viejas concepciones sobre el psicoanálisis tales como que es muy largo o muy caro. Actualmente, a parte de ser el medio terapéutico más eficaz que existe, es el menos corto y a la larga mas asequible, porque lo que la psicología tarda en curar en dos años - por ejemplo, una neurosis obsesiva- el psicoanálisis lo cura en menos de seis meses. Y si no lo creen, pruébenlo. Se sorprenderán.
domingo, 4 de octubre de 2009
YO FUI UN EXITOSO AGENTE DE SEGUROS
Yo trabajé durante más de diez años en Finisterre haciendo seguros de decesos ( póliza de entierro ) y pólizas de hogar. Me di cuenta desde un principio que para hacer seguros, no solo bastaba un buen producto, sino que también dependía mucho la actitud del comercial hacia el producto, hacia la empresa, hacia el cliente y hacia uno mismo. Llegué a dominar estas cuatro variables, permitiéndome ser el mejor agente que tuvo esta compañía durante muchos años. Tal era mi efectividad que llegaba a contratar las pólizas por vía telefónica incluso, sin conocer a los clientes. Con respecto a la primera variable, el producto, puedo decir que sólo si crees en lo que vendes puedes venderlo mejor. Cuando hay dudas o incertidumbres, la efectividad se aminora en más del 50%. Con respecto a la empresa, tienes que tener la seguridad que detrás de ti te respalda una empresa sería, responsable y cumplidora. Si tienes dudas, todas tus acciones en la venta se verán mermadas por esta falta de credibilidad. La tercera variable, el cliente: sobre este punto, podría escribir varios libros. Le quité pólizas a Santa Lucia, Ocaso, La Almudena, etc… debido a que yo generaba una relación cordial con el cliente que perduraba como vínculo de amistad. Nunca tuve prisa por cerrar un contrato, daba tiempo al cliente a que lo pensara y a que ganara seguridad en la decisión que iba a tomar. Mi éxito fue que cada cliente me derivaba a otro cliente, de manera que generé un sistema donde hacia trabajar a los clientes para mí, es decir, haciendo que ellos me trajeran más clientes. Y por último, la creencia en mí mismo. Yo era consciente de que necesitaba dinero y siempre ambicionaba más, porque me di cuenta que los límites a la hora de ganar dinero, me los ponía yo mismo. Para ganar más cada vez ampliaba mis límites y mi ambición y la suma de estas cuatro variables, me ha hecho ser posiblemente la persona en toda España que más sepa del mundo de la psicología del seguro. Cuando terminé Medicina, seguí un tiempo haciendo seguros porque los clientes, no dejaban de mandarme más clientes. De una visita concertada que me daban para visitar, era capaz de sacar una cadena de veinte pólizas. Siempre creí en lo que hacía y quizás esa fue mi fórmula del éxito.
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