domingo, 31 de mayo de 2009

¿ SABES GESTIONAR EL CARÁCTER ?

El carácter es una cualidad de la personalidad que se define como una manifestación más o menos estable de percibir la realidad exterior y nuestra realidad interior. Según nuestra capacidad para hacer frente a nuestras percepciones externas e internas, así mostramos un carácter u otro. Hay personas con carácter más estable y personas con carácter más inestable. La inestabilidad del carácter tiene que ver con una intolerancia a circunstancias propias y ajenas que no cumplen con las perspectivas que el sujeto ansía o desea. Espera algo que luego no sucede y esto es causa de inestabilidad emocional. Quiere satisfacer algo inmediatamente pero tiene que esperar y la espera lo irrita, dejándole irritado todo el día. Por normal general, la inestabilidad del carácter tiene que ver con el sentimiento de frustración. Todo aquello que frustra a una persona en su hacer diario puede llevarle a un estado de ambivalencia afectiva y emocional hacia los demás y hacia uno mismo. Por norma general, en todo trabajo se viven situaciones que ponen a prueba nuestro carácter. Cuando el mismo se descompone, luego hay que volver a hacer un trabajo psíquico de recomposición. Un carácter fuerte es aquel que maneja un número mayor de situaciones- externas e internas- sin perturbarse de manera significativa. Una manera de gestionar los cambios de carácter ajenos, es haciendo hablar a la persona sobre aquello que lo perturbó. La psiquis tiene un mecanismo perfecto de descarga de la tensión emocional que es la palabra. Fomentemos hablar y nuestro carácter gozará de mayor estabilidad.

domingo, 24 de mayo de 2009

CADA DIA HAY MAS FALTA DE TOLERANCIA

Es interesante estudiar al ser humano. Un hombre solo, no puede nada pero con otros si puede. Sin embargo, desde hace unos quince años, estamos observando el desarrollo - cada vez mayor- de una corriente de actitudes humanas que tienen que ver más con la intolerancia que las personas se tienen entre ellas. En el Congreso de 1999, organizado por la Escuela de Psicoanálisis Grupo Cero en Buenos Aires, “ Las patologías de fin de siglo “ , se concluyó que la enfermedad actual que aquejaba a casi todas las personas era que “ nadie aguantaba a nadie “. Las relaciones humanas, son como las relaciones antígeno-anticuerpo. Esto quiere decir, que una persona, en contacto con nosotros, nos puede llegar a provocar múltiple tipos de reacciones: odio, amor, deseos, prurito, celos, envidia, simpatía etc.. Lo cual quiere decir, que nadie es indiferente a nadie y esto genera en nosotros, una tendencia a evitar el contacto con otras personas, porque siempre va a surgir algo, cada vez que dos vidas se cruzan. Por lo tanto, se fomenta el aislamiento y la idea de que “ podemos solos, sin necesidad de los otros “. Semejante pensamiento, ha producido una corriente de personas que desgastan inútilmente su esfuerzo, su energía y sus vidas, tratando de demostrar al mundo que pueden vivir sin la necesidad de demás. Tal esfuerzo inútil, a la larga agota y acaba produciendo incluso alteraciones corporales: disfunciones eréctiles en el hombre, trastornos cardiacos, digestivos, coitos doloroso en la mujer, alopecia precoz, enfermedades de la piel, estreñimiento pertinaz, etc.. Porque por más que uno lo intente, solo, no se puede nada. Entonces, debemos estudiar y analizar por qué toleramos tan poco a las personas. Esto tiene que ver con una cuestión psíquica denominada “ el proceso de identificación “, que es un mecanismo mediante el cual, las personas identificamos a los otros con nuestros fantasmas personales. Quiero decir, que según el grado de satisfacción o insatisfacción de las experiencias familiares, sociales y personales vividas, acabará marcando el modo de relacionarnos con los demás. Si te llevas mal con tu padre, todo aquel que te recuerde a él, te llevará al conflicto con quien te recuerde a él. Si te divorciaste de una mujer caprichosa o de un hombre perezoso, todo aquel que te recuerde a ellos, de manera inconsciente lo rechazarás. Resumiendo: somos el producto de nuestros fantasmas personales. Según nos relacionemos con nosotros mismos, así nos relacionaremos con el mundo. Y para terminar una fórmula: “ Rechazo de las persona, lo que me recuerdan de mi.”. El mundo es un espejo: cada vez que miro, siempre encuentro otro que me mira, es decir, mi propia imagen pero proyectada por los otros. Gracias.

sábado, 16 de mayo de 2009

LITERATURA EMPRESARIAL ¿REALIDAD O FICCIÓN?

¿Reconoces que tienes celos, envidia, que sientes amor, bajas pasiones, tristeza, euforia, soberbia..? Vamos a centrarnos en realidades, porque si seguimos ciegos ante realidades evidentes que no queremos ver, luego no entendemos por donde se van la energía de las personas. Me hacen mucha gracia todos los manuales que escriben grandes gurús sobre Líderes, Management, Competencias, Habilidades… libros que rozan la perfección en cuanto a técnicas, que sobre el papel escrito, funcionan a la perfección pero una vez que se aplican, comienzan a hacer aguas. ¿La rotura cuál es? Sencillo, el exceso de racionalización sobre las conductas humanas. Y vamos a comenzar a ser claros: la racionalización es temporal, momentánea. No es la verdad, ya que no hay verdad que se mantenga en el tiempo. Toda verdad dura lo que dura su momento. Es decir, racionalizar las conductas humanas, no deja de ser más que un grado de dictadura sobre los sentidos que ni es duradera y a la vez produce sublevación. El amor, los celos, la envidia, el narcisismo, la desesperación, el deseo sexual, la pulsión sádica o las tendencias masoquistas no se pueden silenciar. Ni el más superman ni la mas superwoman lo logra ni lo logrará. Todas aquellas personas que se muestran frías, distantes, incapaces de mostrar afectividad o sentimientos, es pura máscara. Nada más lejano de la realidad humana. Se puede fingir, contener o reprimir lo afectivo, lo emocional, pero tanta contención acaba provocando flatulencias, úlcera péptica, contracciones anales dolorosas, migrañas, trastornos digestivos, cardiacos, alteración del sueño, trastornos de la sexualidad, problemas de pareja y muchos más síntomas que no quiero ni nombrar. Es lo humano por excelencia y si hablamos de excelencias, trabajemos entonces sobre el factor humano. Cuando lees un libro de toda la extensa bibliografía que hay en el mercado, te das cuenta que algo falla, que no son creíbles, que no tienen en cuenta los vaivenes emocionales que tienen todos las personas. Según te levantas, así tienes el día. Salvo que tengas un autocontrol sobre ti mismo, que nunca se tiene, el día lo vives como lo sientes. Te levantas triste, lo ves todo en blanco y negro. Te sientes eufórico y te crees que todo lo puedes. Padeces de miedo, te va mal la negociación.. Abramos más lo ojos, estudiemos más nuestras empresas, analicemos a nuestros directivos, enseñémosles cuales son las bases sobre lo que se sostiene las necesidades humanas: económicas y emocionales. Si inviertes en formación, invierte en algo verdadero, no en globos de helio. Los sentimientos, las necesidades afectivas humanas son la esencia, es lo verdadero.

www.fesgrupocero.com

domingo, 10 de mayo de 2009

LA IMPORTANCIA DE LAS REDES SOCIALES

Internet ha supuesto agilizar los procesos de creación de redes sociales dentro de la dinámica laboral. Ha permitido acortar las distancias temporales y hoy día podemos mejorar y agrandar nuestro mundo personal y laboral a través de las redes laborales existentes en la red. El primer acercamiento, es virtual: vemos otros perfiles, equivalencias que pueden adaptarse mas o menos a nuestras necesidades y luego, tenemos que pasar al contacto personal, donde las pautas del desarrollo relacional, siguen siendo las mismas que habitualmente dirigen el mundo laboral. El hecho de ser el primer acercamiento virtual, no significa que no esté dotado de humanidad. Cualquier nueva relación nos pone en relación a un otro desconocido para nosotros, el cual debe inspirarnos algún tipo de seguridad y confianza para apostar por el desarrollo de una nueva relación laboral. Dicha confianza es la base de lo que llamamos “ el contrato emocional “, contrato inconsciente, basado en el desarrollo de vínculos afectivos en relación a la credibilidad y confianza en el otro. Y como en cualquier mercado laboral, nos encontramos todo tipo de personas que se ajustan a todo tipo de perfiles psicológicos. Dentro de nuestra red de networking, podemos encontrar cualquier perfil que se ajuste a nuestras necesidades, no solo en la oferta sino en la demanda. Y la paciencia, como en la vida real, debe ser una virtud a desarrollar. Muchas personas dicen que el networking no funciona o que es muy lento para sus objetivos. Todo tiene un tiempo y una construcción. Aquel que quiere rápido o no tolera la incertidumbre, no puede pensar a medio y largo plazo el trabajo dentro de una red de internet. Hay un tiempo de contacto, de ganarse la confianza, de dar muestras de credibilidad etc… que no se pueden forzar, ya que su forzamiento crearía desconfianza. Establecer y desarrollar nuevas redes sociales tiene que ver con aspectos íntimos de la personalidad, tales como aceptar a los otros, relativizar el egoísmo, fomentar la humildad y saber pactar sin afán de querer siempre ganar. Todo debe ser un intercambio y dentro de la Ley del intercambio, todos pueden ganar. No existe lo rápido. Existe lo precoz y lo precoz, casi siempre termina en caída. Lo que sube rápido no suele tener una base amplia que lo sostenga. Si tenemos mas paciencia y menos confianza en nosotros mismos- por paradojal que parezca- nos irá mucho mejor.

domingo, 3 de mayo de 2009

LOS INDIVIDUALISTA LABORALES

Es frecuente encontrarse dentro del ambiente laboral a personas con un perfil psicológico caracterizados por tendencias individualista, ciertas dosis de egoísmo y falta de interés por todo aquello que no les reporte un beneficio para su propia persona. No suelen compartir su tiempo ni sus intereses con otros compañeros , mostrando incluso un cierto desprecio por todos aquellos que no compartan sus ideas o su forma de pensar.
Podemos decir que son la antítesis contraria de lo que debe ser la grupalidad. Este tipo de personas no suelen establecer relaciones duraderas con la empresa ni con los compañeros y abandonan con facilidad su trabajo por otro nuevo, que les resulte más beneficioso a sus principios e intereses. NO les gusta construir en grupo, rehuyen los encuentros donde tengan que verse con otras personas y nunca comparten sus experiencias ni sus conocimientos porque creen que pierden ventaja competitiva frente a los demás.
El individualismo, se puede considerar una patología, en el sentido que el individualista o solitario, es una persona débil que no puede establecer relaciones duraderas y estables con otras personas. Sus relaciones personales suelen ser frágiles, tienen dificultad para comprometerse en el amor y casi siempre son abandonados por su pareja, porque su frialdad emocional los incluye más en la categoría de lo animal que de lo humano. Con los años, su soledad se exhacerba, se quedan solos, sin amigos y suelen morir incluso en la más extrema soledad, sin que nadie note su ausencia.¿ Nos podemos preguntar, porqué una persona puede rechazar ser un ser social y recluirse en la soledad.? El origen de la soledad se gesta en la más temprana infancia. Los solitarios son niños que rechazan al mundo, debido a que experimentan unos celos extremos hacia todo aquello que les rodea y que les separó de la figura materna. Son niños que vivieron muy apegados a la madre y cuando fueron separados, nació en ellos un odio increible, junto a unos celos exagerados que les dificultó la entrada al mundo por el enorme rechazo que les produjo las personas. Todos, debemos analizar nuestras tendencias individualista. Si no podemos generar vínculos amistosos en el trabajo, en la vida, con el amor, debemos sospechar si no somos unos individualistas que nos hemos condenado a una futura muerte en soledad.