domingo, 17 de enero de 2016

La Dirección Estratégica de Personas

Sabemos que la dirección de una empresa y la dirección estratégica, son sinónimos. El crecimiento, la sostenibilidad vienen marcados desde una dirección efectiva del material humano, auténtico valor empresarial, es decir, los grupos de trabajo, la cadena de personas que conforman la matriz empresarial.

Todo desarrollo de valor, toda iniciativa parte del deseo por avanzar, por crecer, por desarrollarse.

Es necesario concebir una dirección estratégica de personas si queremos desarrollar una estrategia en el mercado, ya que van a ser las propias personas  las productoras las ejecutoras de la directrices directivas.

Pretendemos concienciar de la necesidad de ayudar al crecimiento personal si queremos pensar el crecimiento empresarial.

No hay crecimiento empresarial sin crecimiento personal. Y cuando hablamos de personas hablamos de personas que sienten, padecen y que están sujetas a procesos mentales que pueden aminorar o inhibir los procesos de crecimiento empresarial.

Es difícil concebir la proactividad en las personas si no se analizan por ejemplo, los factores inconscientes que inhiben o entorpecen la proactividad.
Cierto es que las técnicas de sugestión sobre la personalidad tienen un efecto limitado y el optimismo que se concibe durante un tiempo va disminuyendo con el paso del tiempo.

¿Sería posible desarrollar dentro de la personalidad un modo de analizar los pensamientos y las emociones de manera que los factores externos e internos alteren menos la propia personalidad? Si pudiéramos lograr un estado anímico positivo, duradero en el tiempo, las personas desarrollarían una capacidad creativa laboral que las haría mas efectivas que cuando están afectadas por sentimientos comunes como la tristeza, el odio, los celos, la agresividad etc.

Sabemos que como humanos, estamos afectados por nuestras vidas personales y la mayoría de las veces no podemos sustraernos a la influencia negativa que los problemas o dificultades personales ejercen sobre nosotros.

La falta de instrumentos para gestionar las emociones que se imponen en nuestra conciencia pueden disminuir nuestra capacidad intelectual y laboral hasta el 70 por ciento o mas e incluso llegar a anularnos como personas.

¿Si existiera un instrumento de análisis de las dificultades y un método para mejorar la gestión de las dificultades, se lo proporcionaría a su empresa?.

Al igual que hace una planificación anual para llegar a objetivos, ¿se ha planteado una planificación anual formativa de sus empleados, con logros cuantificables en el logro de las acciones estratégicas?


Ese instrumento existe hoy dia y ayuda verdaderamente sobre la gestión de la personalidad cuando esta misma se convierte en causa de obstáculos al crecimiento. (CONTINUARA)