sábado, 16 de mayo de 2009

LITERATURA EMPRESARIAL ¿REALIDAD O FICCIÓN?

¿Reconoces que tienes celos, envidia, que sientes amor, bajas pasiones, tristeza, euforia, soberbia..? Vamos a centrarnos en realidades, porque si seguimos ciegos ante realidades evidentes que no queremos ver, luego no entendemos por donde se van la energía de las personas. Me hacen mucha gracia todos los manuales que escriben grandes gurús sobre Líderes, Management, Competencias, Habilidades… libros que rozan la perfección en cuanto a técnicas, que sobre el papel escrito, funcionan a la perfección pero una vez que se aplican, comienzan a hacer aguas. ¿La rotura cuál es? Sencillo, el exceso de racionalización sobre las conductas humanas. Y vamos a comenzar a ser claros: la racionalización es temporal, momentánea. No es la verdad, ya que no hay verdad que se mantenga en el tiempo. Toda verdad dura lo que dura su momento. Es decir, racionalizar las conductas humanas, no deja de ser más que un grado de dictadura sobre los sentidos que ni es duradera y a la vez produce sublevación. El amor, los celos, la envidia, el narcisismo, la desesperación, el deseo sexual, la pulsión sádica o las tendencias masoquistas no se pueden silenciar. Ni el más superman ni la mas superwoman lo logra ni lo logrará. Todas aquellas personas que se muestran frías, distantes, incapaces de mostrar afectividad o sentimientos, es pura máscara. Nada más lejano de la realidad humana. Se puede fingir, contener o reprimir lo afectivo, lo emocional, pero tanta contención acaba provocando flatulencias, úlcera péptica, contracciones anales dolorosas, migrañas, trastornos digestivos, cardiacos, alteración del sueño, trastornos de la sexualidad, problemas de pareja y muchos más síntomas que no quiero ni nombrar. Es lo humano por excelencia y si hablamos de excelencias, trabajemos entonces sobre el factor humano. Cuando lees un libro de toda la extensa bibliografía que hay en el mercado, te das cuenta que algo falla, que no son creíbles, que no tienen en cuenta los vaivenes emocionales que tienen todos las personas. Según te levantas, así tienes el día. Salvo que tengas un autocontrol sobre ti mismo, que nunca se tiene, el día lo vives como lo sientes. Te levantas triste, lo ves todo en blanco y negro. Te sientes eufórico y te crees que todo lo puedes. Padeces de miedo, te va mal la negociación.. Abramos más lo ojos, estudiemos más nuestras empresas, analicemos a nuestros directivos, enseñémosles cuales son las bases sobre lo que se sostiene las necesidades humanas: económicas y emocionales. Si inviertes en formación, invierte en algo verdadero, no en globos de helio. Los sentimientos, las necesidades afectivas humanas son la esencia, es lo verdadero.

www.fesgrupocero.com

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