domingo, 28 de junio de 2009

EL CARACTER POSITIVO Y NEGATIVO

SER O NO SER POSITIVO.

Seguimos viajando por los laberintos del carácter humano. Ser o no ser positivo. ¿ te has preguntado alguna vez de dónde viene el sentimiento humano de positividad o negatividad ?. Viene de la relación que tengamos con nuestros pensamientos inconscientes sobre la vida y sobre la muerte. Nacer nacemos todos y morir morimos todos. Lo que hace diferente una vida de otra vida, es la aceptación o negación de nuestra cualidad humana. ¡¡¡ Somos mortales.!!!! Y esto puede ser vivido como una ventaja o como una desgracia. Las personas negativas son aquellas que no aceptan la condición humana de ser mortales y las personas positivas son aquellas que sí lo aceptan. Como psicoanalista siempre digo: “ toma la vida que te han dado y vívela “ Y otra frase para pensar: “ la muerte la tenemos garantizada pero la vida no la tenemos garantizada”. Quiero decir, que según la actitud que tengamos con aceptar o rechazar viviremos y sufriremos más o menos. Como la muerte la tenemos garantizada, mejor trabajar, vivir y aceptar las cosas lindas que tiene la vida: los amores, el trabajo, la sexualidad, las buenas compañías, los viajes paradisíacos, el confort, la amistad, el tapeo, una gran película. Sin embargo, las personas negativas, viven peleadas, se rodean de otros seres negativos, de muertos vivientes. Rehuyen del amor- porque el amor te hace sentirte vivo-, están amargadas, sin ánimo de disfrutar de lo bello, cultivando lo feo del ser humano, odiando, decidiendo por la soledad. Dice el psicoanalista y poeta Miguel Oscar Menassa, que “ vivir bien es un arte que no todos practican “ y ya que todos vamos a caminar por la vida, mejor vivirla que estar llorando por lo que algún día llegará. Así que a rodearse de positividad y de gente viva.

domingo, 21 de junio de 2009

LOS SADICOS LABORALES

Con cierto afán de humor y tratando de relativizar la importancia de la cuestión, hoy hablaremos de ciertas manifestaciones de la sexualidad dentro del trabajo. Tomemos por ejemplo a los sádicos. El sadismo, se considera una perversión sexual. El sádico goza molestando y haciendo daño a aquella persona a la que ha elegido como víctima de su sadismo. Por norma general, los sádicos laborales, buscan a personas tímidas, conformistas, incapaces de quejarse y con niveles alto de tolerancia al sufrimiento. Suelen comenzar abusando de su confianza, les cargan de funciones, tratan de generarle un estrés laboral, ridiculizan en público a la persona elegida incluso hasta hacerla llorar. Luego es capaz incluso de pedirla perdón para sí comenzar de nuevo su juego sádico. Podemos decir, que su destreza consiste en apretar y llevar hasta un cierto límite el grado de tolerancia psicológica de la persona. El sádico sabe cuando debe aflojar y siempre encuentra buenas maneras para salir airoso de la situación y no generar sospecha sobre su actuación. Podemos decir, que el sádico goza “ torturando a su víctima laboral”. El sadico laboral no busca la aniquilación de la persona, ya que si así sucediese, se terminaría su disfrute y tendría que buscar una nueva víctima con la que saciar su sexualidad. La pregunta que debemos hacernos – para la próxima semana- es: por qué la víctima calla.

domingo, 14 de junio de 2009

¿ Sabes gestionar la sexualidad en el ambiente laboral ?

Hoy vamos a hablar de un tema simpático pero fuente de muchos conflictos- a veces muy graves- dentro del ambiente laboral: nos referimos a la sexualidad en el trabajo. En primer lugar, diferenciar que la sexualidad es el campo donde se producen las relaciones humanas. Y dentro de la sexualidad, se encuentra la genitalidad. En el trabajo pasamos muchas horas, lo que origina muchas y diversas conductas entre compañeros. Desde la pelea, los celos, la agresividad, el deseo sexual, la atracción, el rechazo, la sumisión o pasividad, la envidia, etc., Sin embargo todas estas conductas tienen un solo fundamento: la sexualidad dentro del trabajo. Las personas sentimos y deseamos, lo que ocurre que nunca manifestamos todo lo que deseamos porque hay una moral dentro de nosotros mismos que nos hace reprimir la mayoría de los deseos y los afectos que sentimos hacia los compañeros del trabajo. Pero que lo reprimamos, no significa que desaparezcan. Por norma general, cuanto mayor es el nivel de moral de una persona, con más fuerza reprimirá las atracciones inconscientes que se le producen hacia sus compañeros de trabajo. ¿Y cómo actuamos frente a un compañero o compañera que nos ha despertado algún tipo de deseo o atracción? Mediante varias formas: la primera es reprimiéndolo y haciendo como que no pasa nada, pero en nuestro interior ardemos de pasión, amando, deseando y sufriendo en silencio. La segunda, desplazándolo en categoría de afecto, coqueteo o seducción, es decir, lo que está permitido socialmente: tomar café, coquetear, jugar, cena de empresa de fin de año, etc. Por último peleándonos con quien nos hace emerger ese misterioso, extraño e inexplicable cosquilleo, que nos sube de abajo a arriba y de arriba abajo. Solo así, transformando al compañero en mi enemigo, evito caer en la tentación irrefrenable de mi pasión. ( Continuará )

domingo, 7 de junio de 2009

¿ SABES GESTIONAR LA SOBERBIA ?

Después de la buena acogida que tuvo el artículo sobre el carácter humano, vamos a estudiar los diferentes tipos de carácter. Hoy vamos a hablar del carácter soberbio. Se caracteriza por una actitud prepotente y despreciativa hacia los demás. Las personas soberbias no suelen aceptar sus errores y siempre tienen argumentos para justificarse. Suelen culpar a los demás de sus propios fallos, no aceptan ser corregidos y cuando se encuentran acorralados, optan por una salida fácil pero infantil- se enfadan, se ponen agresivos, dejan de hablar, gritan, lloran, patalean y se marchan-. Podemos decir que la persona soberbia, padece de inmadurez, ya que su comportamiento y el de los niños pequeños es prácticamente igual. El origen de la soberbia hay que buscarla en el modelo de educación infantil recibida. Los soberbios fueron niños consentidos, demasiado valorados, con intolerancia a cometer fallos y errores y sobre todo, con un nivel muy bajo de tolerancia a la frustración. En el ambiente laboral, es muy frecuente encontrarnos este tipo de carácter que suele ser causa de muchos enfrentamientos entre Jefes, compañeros, socios, etc… La manera de abordar las conductas soberbias es no cediendo a la soberbia del otro. Es mejor el enfrentamiento verbal que ceder ante una conducta que a la larga es causa de muchos problemas, ya que el soberbio consigue que la gente lo vaya dejando de hablar y si no corrige su actitud, los fallos que comete y su incapacidad para asumirlos, acaba produciendo su propia expulsión. No ha que tener miedo a hablar. Hay que aprender a parar los pies a la gente soberbia. Nos hacen más daño las palabras que no decimos- porque nos intoxican- que cuando decimos lo que sentimos, que siempre libera nuestra alma.