lunes, 15 de diciembre de 2008

LA CREACION DE VALOR A TRAVES DEL CAPITAL HUMANO

La depresión, se la denomina, la enfermedad de las mil caras, lo que quiere decir que detrás de cualquier síntoma- incluso de apariencia normal- se puede estar escondiendo una depresión.
La depresión se caracteriza por un estado de ánimo deprimido o una pérdida de interés o placer en casi todas las actividades. En los niños y adolescentes el estado de ánimo puede ser irritable en lugar de triste. Cambios en el apetito, en el peso – subidas o bajadas-, alteraciones de sueño- dormir poco o mucho- falta de energía, sentimientos de infravaloración, inferioridad o culpa, dificultad para concentrarse, para tomar decisiones, pensamientos de muerte, o ideas de suicidio. Cuando estos síntomas duran más de dos semanas y la persona empeora día a día y ya está afectando a su vida personal o laboral, podemos hablar que el germen de la depresión ya ha anidado en la persona y se está desarrollando.
No olvidemos que una persona con depresión leve, las actividades de su vida pueden parecer normal pero lo que indica una depresión es que lo que antes no le costaba hacer, ahora le cuesta un esfuerzo más importante.
La persona dice sentirse como en un pozo, no tiene esperanzas. Aunque diga que no está triste, durante el día le suceden episodios de llanto inesperados. En algunas personas, el sentimiento de pasotismo, puede ser señal de un trastorno depresivo leve. Se nota en las facciones de la cara, que tienen menos expresividad y personas cercanas notan como un rictus triste en la persona deprimida. Otro modo de manifestarse una depresión latente es mediante dolores inespecíficos por el cuerpo- dolores de articulaciones, molestias al andar, al comer o al dormir. En otras personas, un aumento repentino de la irritabilidad puede ser síntoma de estar desarrollándose una depresión.
Lo que es llamativo es que la persona va abandonando lo que antes le daba placer: deja de ir al cine, ver la televisión, los niños dejan de ir a jugar al fútbol, es decir, dejan de disfrutar con lo que antes le gustaba y se van aislando prefiriendo estar en casa antes que en la calle.
También es frecuente que tras una disminución del interés y el apetito sexual, se esconda un trastorno depresivo.
TRATAMIENTO. El tratamiento de la depresión debe ser personalizado. A veces es necesario uso de medicación pero la mayoría de las veces con psicoterapia, el paciente logra salir del estado depresivo. Para ello, es necesario un diagnóstico certero y un especialista adecuado.

Hoy día, la depresión- incluso las crónicas- tiene una curación del 95 %. Cuando una persona diagnosticada y tratada de depresión no mejora, es que no es el tratamiento adecuado porque con psicoanálisis todas las personas deprimidas mejoran.

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