jueves, 18 de diciembre de 2008

EL GRAVE ERROR DE LA ACADEMIA DE CINE

Soy uno de los productores ejecutivos de la película MI UNICA FAMILIA, segundo largometraje del Director Miguel Oscar Menassa.
El 13 de Octubre solicitamos por email la dirección de los miembros de la Academia para poder mandarles nuestra película y que así pudieran emitir su voto. La película tuvo un pase en la Filmoteca Española y al ver que las direcciones no llegaban, llamamos y nos dijeron que había extraviado el email y que por lo tanto quedábamos excluidos de poder participar en los Premios Goyas.
Mi sorpresa como la del resto de mis compañeros fue de incredulidad y respondimos con un burofax ante la gravedad del asunto. En dicho burofax, hacíamos mención a lo escasa competencia de la Academia y de su Director Carlos Cuadrado, y a la exclusión de la película MI UNICA FAMILIA, de los premios Goya. Pues nos contestaron diciendo que debíamos pedir disculpas porque nuestra película no está excluida. Usted me dirá si no se llama exclusión a no poder participar por un fallo administrativo? Pedimos la dirección de los miembros de la Academia y nos dijeron que si nos disculpábamos habría direcciones. Mentira.
Tras recibir el email, nos llaman diciendo que no tienen ninguna intención de mandarnos absolutamente nada.
Aquí entra la cuestión. Este es el Director General de la Academia: un funcionario frustrado (que quiso y no pudo ser actor, ni director ni empresario) que comete varios errores, que no tiene un protocolo de actuación ante una emergencia, que nos ha perjudicado y ha provocado serios daños morales y económicos, porque la película ha quedado excluida por un “ fallo administrativo”como ellos mismos han aceptado decir. ¿Y ahora nosotros y nuestra inversión qué hacemos con ella?
¿Es digno que este señor y su séquito sigan en la Academia? ¿Nos van a indemnizar o se va a tapar el asunto como mejor puedan? ¿Es el cine español una empresa en auge o en un caciquismo de varios? Me parece que de todo esto se tienen que hacer cargo los medios. Un hecho de semejante gravedad, no se debe silenciar. La Ley, es para todos. Miguel Martínez Fondón.

1 comentario:

Alejandra Menassa dijo...

Me quedé pensando que este director no hace sino seguir la pólítica de la Academia Del Cine, una política donde no se pretende ayudar a la creación de una industria del cine, sino hacer negocio. Un negocio qu eno se sabe ahsta cuando va a durar, porque el público no es imbécil, cada vez va menos gente al cine, porque su calidad técnica es cada vez mejor y su calidad humana muchas veces inexistente. Es un negocio que está gestando su propia extinción.
Gracias por su post