Comenta un joven
que ha entrado en una compañía de seguros, tener dificultad para hacer pólizas.
Se sorprende de ver cómo sus compañeras mujeres, hacen y hacen pólizas. Se ha
ido con ella para ver su modo de funcionar, trata de imitarlas pero no logra su
efectividad. Lo que comprueba es que ellas tienen mas empuje, mas deseo que él.
Acude a
psicoanálisis y analiza esa especie de impotencia que tiene para ser mas
efectivo. Entrando en temas de pareja, comenta que la idea de ganar mas dinero
es porque su pareja quiere tener un hijo pero con los sueldos que ambos tienen
no les alcanza. Y por eso mismo, el se busca otra entrada de dinero. Cuando la
Directiva de la compañía le notifican que de no mejorar, tiene que abandonar la
compañía, el joven asocia que sin dinero ya no hay posibilidad de momento de
tener un hijo. Reconociendo por lo tanto, la relación intima que hay entre
producir dinero y tener un hijo. Sin dinero, no hay hijo. Con dinero, hay hijo.
Ella quiere pero él no está tan seguro. No ha podido decírselo a su pareja
porque teme la reacción de la misma. Su psicoanálisis le está ayudando para ver
los pro y los contra de la decisión de ser padres. La tranquilidad, “solamente”
de poder expresar su deseo opuesto al de su novia, le ha hecho subir
notablemente la producción de pólizas. Este breve pero interesante ejemplo
permite observar que las dificultades productivas laborales, guarda relación
íntima con temas personales.
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