miércoles, 19 de noviembre de 2014

¿POR QUÉ NO GANO MAS DINERO?


Ganar y no ganar dinero siempre se hace con un sentido. Es decir, nadie gana dinero si no tiene un objetivo o un plan por el cual trabajar para conseguir cierta o tal cantidad.
Dentro de las categorías en la producción del dinero podemos encontrar .
La primera es trabajar para lo justo de la necesidad. La denominamos “categoría básica de la necesidad”. Aquí la persona trabaja para lo necesario, generando así desde un puesto de trabajo hasta un horario de producción adecuado para lo justo y básico de sus necesidades. “Gano lo justo para vivir” “Para qué quiero mas” “Con lo que gano me conformo” “No necesito mas” etc, etc. son frases que argumenta o defienden una posición psíquica frente al trabajo y frente al dinero.
Esta categoría tiene su base sostenible en un narcisismo infantil. La persona vive y trabaja para la satisfacción de sus necesidades básicas. En ella no existe el concepto de social, de otros, de productividad, de ganancia más allá de la básica necesidad. Trabaja para lo justo y necesario.
La segunda categoría es trabajar y ganar para menos de la necesidad.

La persona no llega a fin de mes, los trabajos que tiene son inadecuados, insuficientes. Vive al filo del abismo, con la sensación apremiante de perder lo poco que tiene. La percepción de fracaso es dominante. Descubrimos así mismo en esta categoría, que la persona vive resignada, conformista y adaptada a esta modalidad. La denominamos “categoría de la necesidad masoquista”. La persona trabaja y gana única y exclusivamente para “alimentar sus tendencias sufridoras”. En ellos podemos escuchar el mismo discurso de lamentación, quejas, sufrimiento y que no hacen nada para pasar a otra acción. Justifican y sostienen sus frases sobre palabras contundentes donde siempre tiene razón. Argumentan su estado económico sobre factores causales, donde la suerte o mala suerte es el parangón donde se sostiene su “realidad”. Observamos en ellos la perseverancia en su manera de hablar y justificar lo que les pasa pero siempre como “algo ajeno a ellos mismos”, es decir, algo externo es lo causante de su situación pero nunca admiten que lo que tienen es lo que desean. Y para ello muestran una actitud plañidera (llorosa) donde justifican su quehacer ante los otros y donde obtienen así mismo la compasión y comprensión de los que le rodean. ( continuará)

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