Una gran empresa nacional desarrolló un modelo de gestión por competencias perfecto- desde la teoría del papel-. Sin embargo, a la hora de tratar de implantarlo, fracasó. Se llevó a cabo una auditoria sobre la gestión emocional de los grupos donde debía implantarse dicho modelo y se encontró que las actitudes receptivas de las personas ante dicho modelo no era unitario, es decir, que cada uno tenía sus opiniones, su conformidad y disconformidad hacia el modelo y que en un principio nadie se atrevió a juzgar. Todos asentaron con la cabeza, pero luego cada uno hizo lo que consideró. Esto no deja de ser más que una muestra sobre la ineficacia de querer implantar modelos de gestión sobre grupos ante los cuales, anteriormente no se les ha gestionado emocionalmente. Es decir, que antes de su implantación, debería haberse estudiado la existencia de conflictos internos que abortaron el plan de gestión al querer al existir un campo hostil donde previamente había conflictos emocionales sin resolver entre sus miembros.
La ineficacia de muchos plantes de desarrollo, organización, gestión, etc., es debida a no haber detectado y resuelto previamente conflictos internos dentro de las estructuras grupales. Es ingenuo pensar que las personas siempre están a favor de las personas y de los proyectos. Ignorar el conocimiento de los afectos inconsciente grupales, siempre es causa de dificultades corporativas.
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