Las empresas, están formadas por personas. Y si las personas pueden volverse neuróticas, una empresa también lo puede. Por neurosis, podemos entender todo aquello que supone un conflicto a los intereses personales o individuales. Es bien cierto que lo que una persona considera que es bueno para ella, no significa que lo sea para otra. Y al contrario, lo que se vive muchas veces como algo malo, puede ser la panacea para otros. En las empresas, muchas veces, aparecen conflictos de intereses, de manera que deja de mirarse en una dirección común para mirar individualmente. Y dentro del campo de la neurosis empresarial podríamos englobar todas aquellas actitudes y comportamientos humanos que dificultan la marcha normal y buena de cualquier organismo empresarial: empezando por la cúpula hasta acabar con el último empleado. Porque toda estructura empresarial son estructuras formadas entre personas. Si las estructuras fallan es porque entre las personas, hay distanciamientos, dudas, gustos distintos, intereses personales, egoísmos, es decir, fisuras que hacen perder la efectividad del día a día porque lo que tenía que ser una mirada en la misma dirección acaba siendo dispersión de miradas. Pienso, bajo mi opinión de experto en gestión de grupos, que hay una tendencia podríamos decir, masoquista en el hombre, que tiende a entorpecer su propio crecimiento y el de los demás, de manera que lo que podría ser relativamente fácil, se convierte en un camino de espigas. El hombre, es cierto, que no puede vivir sin dolor, porque no hay quien resista un estado perfecto de felicidad, a parte de que no lo hay, pero de haberlo, la tendencia de las personas, es a incluir en sus vida, una cierta dosis de malestar, dolor, inconformidad, que la hace vivir en desacuerdo con el mundo y con las leyes, por así decirlo empresariales. Es complejo el tema pero no imposible de abarcar.
domingo, 18 de octubre de 2009
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