En el momento que incluimos al otro, ya hablamos de psicología social. Toda exclusión, toda restricción de lo social debe ser estudiado desde procesos denominados narcisistas, de los cuales hablaremos adelante, en los que la satisfacción de los instintos elude la influencia de otras personas o prescinde de estas en absoluto.
Este rasgo neurótico del carácter, que puede llegar a ser un trastorno de la personalidad, lo vemos en aquellas conductas laborales, deportivas, empresariales, manifestarse en tendencias individualistas, en la toma de decisiones, acaparamiento de poder o en el ejercicio del liderazgo.
IMPORTANTE. Todo intento, fracción o exclusión de los otros debe pensarse como un retorno o introyección a conductas inmaduras de la personalidad, donde el sujeto mira mas por si mismo, que por el trabajo y/o el pacto en grupo.
Por lo tanto, en relación a los otros, podemos manifestarnos mediante:
- actos anímicos sociales
- actos anímicos narcisistas que se oponen a la sociabilidad y siempre, cuando digo siempre, es siempre, deben ser estudiados desde la inmadurez psíquica del sujeto.
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