domingo, 2 de mayo de 2010

GESTION DE CONFLICTOS

Gestionar conflictos dentro de cualquier ámbito empresarial es tarea imposible de llevar a cabo si no hay una formación previa sobre los aspectos básicos del funcionamiento del psiquismo humano. Un conflicto, no deja de ser un choque de intereses, entre personas cuya manera de ver y entender difieren. Alguna vez hemos señalado que las necesidades humanas se engloban en económicas y emocionales. Y dentro de un conflicto, se ponen casi siempre en juego ambas. Las resistencias a solucionar los conflictos son pulsos entre la soberbia y el intento de humillación al otro. Cuando los pactos tienen un fundamento equilibrado, la soberbia y la humillación ceden a la humildad y al bien hacer. Sin embargo, ciertas tendencias inconscientes tienden a quererse imponer mas que a negociar y tras actitudes aparentemente nobles, pueden esconderse intereses egoístas. Hay un saber en toda persona que sabe de la intención del otro. Las tendencias masoquistas y sádicas son las productoras de los conflictos, pues el conflicto no debería originarse si nadie quisiera someter a nadie, es decir, encontrar un equilibrio común donde ambas partes se favorezcan. En el conflicto suele haber una parte que quiere abusar y otra que no acepta se abusado. Cuando la tendencia es a querer imponer, el conflicto ya se ha originado salvo que una parte quiera someterse a la otra. Pero hasta dónde es cierto dicho sometimiento.? Numerosos trabajadores que se someten a las actitudes sádicas de sus directores, acaban de manera inconsciente manifestando su repulsa hacia los mismos, atentando sobre aspectos cotidianos de la empresa. Dicha actitud puede encubrirse y es difícil de desenmascarar, por lo que nos hacemos la siguiente pregunta: ¿ de qué sirve someter si todo sometimiento acaba provocando rebelión?. Una persona con tendencias sometedoras, en el fondo, cuando quiere someter, a quien se somete es a sí misma, ya que el que siembra vientos, recoge mareas.

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